lunes, 30 de septiembre de 2019

Último relato ganador de la sexta edición del concurso Iberoamericano Infantil, Otro Mundo es Posible

Con el concurso Iberoamericano de Relato Breve, cada año tratamos de formular temas a los más pequeños para que den sus puntos de vista y propuestas para aquellos problemas que viven en su infancia (acoso escolar, actitudes violentas...) y los que enfrentarán en un futuro (cambio del clima, discriminación de género...) para conseguir que sean mejores ciudadanos el día en que les toque tomar el relevo y sean los actores de la sociedad.





Protejamos la Tierra

Era un día normal para una familia de orangutanes que vivía en una selva del sudeste asiático. La madre acababa de dar a luz a quien era su tercer hijo. Los dos mayores eran gemelos y ya habían crecido bastante desde que nacieron hacía un año, pero aun así estaban viviendo con sus padres. Cuando fueron a buscar comida para alimentar a la agotada madre, que descansaba con el recién nacido en su regazo, el padre y los dos hermanos empezaron a oír un ruido, como si hubiera cientos de animales huyendo de algo.

El sonido se acercaba, así que volvieron a donde estaba la madre con el hijo más pequeño para asegurarse de que estaban bien. Cuando llegaron quedaron desolados. Las llamas habían cubierto el lugar y en medio de las llamas se podía distinguir el quemado cuerpo de la madre con su hijo en brazos. Ninguno de ellos se movía. Empezaron a correr, para escapar de las llamas. Altas columnas de humo salían de ellas y entorpecían la visión y la respiración.

Escalaron a los árboles y pasaban de rama en rama, pero el fuego se propagaba muy rápido. El humo cada vez era más espeso y costaba más respirar. Intentaron subir a las copas de los árboles, pero el humo no desaparecía. Cada vez estaban más cansados, pero no podían descansar o les engullirían las llamas como hizo con sus familiares. Media hora después los dos habían muerto por asfixia.

¿A qué no adivinas la causa del incendio?. Fue causado para liberar la tierra y así poder plantar palmeras y conseguir más aceite de palma.

Esta es la realidad de muchos orangutanes y otros animales salvajes que son quemados o muertos para explotar el suelo en beneficio de las multinacionales.

¡!¡No podemos permitir que esto siga pasando!!!

Alumna: Claudia González Sierra
Edad: 13 años
Colegio: Santo Domingo (FESD), Oviedo. España

martes, 24 de septiembre de 2019

Segundo relato ganador del VI Concurso Infantil Iberoamericano de Relato Breve, Otro Mundo es Posible.

Esta sexta edición se ha centrado en concienciar a los más pequeños sobre los problemas medioambientales que enfrenta el Planeta, buscando aportar granitos de arena para encontrar soluciones que consigan un mundo más habitable y sostenible para ellos.





Entre sueños y sueños


Hoy me levante risueño como cuando tienes ganas de salir a jugar o hacer un viaje.
Recordé el sueño que tuve anoche; si, anoche tuve un sueño después de un arduo trabajo de ayudar a mamá a lavar los cubiertos, limpiar las habitaciones y hacer mis tareas de la escuela. Esta rutina acostumbro hacerlo para aliviar el arduo trabajo de mamá.

Después de terminar de cenar, me aliste para dormir.  Apenas apague la luz de mi habitación, me encontré profundamente dormida.

En mi sueño apareció un valle lleno de flores de gran vegetación, donde se respira aire puro cuya suavidad da vida al corazón. Hasta ese momento me pareció ver a mi pueblo de hace muchos años, si, era mi pueblo, tan hermosa en su creación y dentro de los árboles había animales que vadeaban de un lado a otro, en los ríos se reflejaban trozos celestes del firmamento. Empecé a dar pasos para llegar hacia el pueblo pero me detuvo una anciana cuyo vestido terso iluminada hasta los más recóndito de las comarcas y no había lugar que no podía ser descubierto por su resplandor. Este personaje me dijo, observa estos tres acontecimientos y escribe su significado para que enseñes a los demás.

Inmediatamente me encontré parada en una montaña de pico muy alto y lo primero que observé fue un enorme gigante y de su mano caían piedras enormes que provocaban terremotos e inundaciones. Lo segundo fue un águila con rostro humano que apresaba con sus enormes garras a todo animal que se cruzaba en su camino y los arrojaba en un volcán; por último, la anciana me dijo, mira aquel hombre, y mire, aquel hombre estaba sentado debajo de un árbol, y mire aquel árbol y solo tenía un fruto, si, el ultimo de todos y, a mucha gente llena de hambre y tristeza.

Después de ello la anciana me dijo, el gigante que notaste es nada menos que el hombre, quien es el centro principal que habita esta tierra y no mide la responsabilidad que lleva sobre sus hombros, las rocas grandes significan los desperdicios, desechos que arrojan a los ríos, lagos y manantiales, provocando inundación, contaminación y muerte. Ahora bien, me dijo, el águila que viste es la representación del hombre ambicioso, avaro y cruel que caza a los animales para hacerse fortuna, exhibiéndolos como trofeos; animales que se van extinguiendo del planeta.

Estuve muy triste por todo ello y la anciana se acercó al árbol que tenía un solo fruto y me dijo, ves a aquel hombre sentado debajo del árbol, pues es la personificación del hombre devastando árboles y su vegetación, su irresponsabilidad trae consigo un intenso calor, y carencia de frutos, vegetales y el exterminio de animales, y me dijo, ves al hombre llorar, pues ahora se está lamentando pues el día termina cuando la noche llega.

Estuve muy triste y le pregunte como  podríamos remediarlo, sonriente y con tenue mirada me dijo: distinguiste aquella ciudad en sus inicios, pues conviértela nuevamente en su estado natural, plantas y árboles, ríos y manantiales tan limpios como lo fueron, cuida y ama todo lo que te rodea y ellos darán vida. En ese instante me desperté y comenté a mamá y papá.

Creo yo que a medida que pasan los años podemos hacer algo más por nuestra ciudad, podemos y debemos no contaminar nuestros ríos, sembrar árboles y flores que es una de las tantas formas de cuidar nuestro planeta.

Autor: Gabriel Moquillaza  Calzado
Edad: 10 años
Colegio: I.E. Fe y Alegría N°67 “María Inmaculada”. Junín. Perú

lunes, 16 de septiembre de 2019

Primer relato ganador del VI Concurso Infantil Iberoamericano de Relatos Breves, Otro Mundo es Posible

Comenzamos la publicación de los tres relatos ganadores de la VI edición del Concurso Infantil Iberoamericano que promueve Ong Otromundoesposible entre los colegios de todos los países Iiberoamericanos.

El Concurso es una iniciativa de Ong otromundoesposible que, con la colaboración de la Fundación Cultura de Paz, ha llegado ya a su sexta edición.

La actividad fundamental de la ong se basa en apoyar a menores con enfermedades graves o gran discapacidad por eso donamos fondos para la investigación de Enfermedades Raras, Cáncer Infantil o Parálisis Cerebral entre otros, lo que ha supuesto la mejora en las condiciones de vida de cerca de 33.000 niños. También hemos apoyado programas de apoyo en aulas hospitalarias en el Hospital del Niño, en Bolivia, para pequeños afectados de cáncer, o instalados tres parques inclusivos en tres ciudades para integrar a estos menores con los niños de su edad.

En cuanto al concurso, el objetivo del mismo es fomentar entre los más pequeños los mejores valores y actitudes para que el día de mañana, cuando les corresponda tomar el testigo en la sociedad que les toque vivir, puedan aportar otro enfoque más respetuoso y ético desde el punto de vista social y de respeto hacia el medio ambiente.

En palabras de Federico Mayor Zaragoza, Presidente del Jurado, el concurso pretende fomentar en los alumnos " valores de solidaridad, tolerancia, no violencia, respeto al medio ambiente, etc., que favorezcan el desarrollo de sociedades más justas, solidarias, equitativas y pacíficas".


 

¿Por qué hay que cuidar la naturaleza?


Hay que cuidarla para el pasto sentir,
Para que las flores puedan florecer,
Para que nuestros hijos en este mundo pueden vivir,
Pero si no lo hacemos el planeta va a fallecer.

La Tierra hay que cuidar,
Los árboles no hay que cortar,
Los bosques no hay que quemar,
No hay que fumar porque vas a contaminar.

Hay que cuidar para ver las vistas más bellas,
Para hacerlo hay que apoyarnos codo a codo,
Para no tanto humo y para ver las estrellas,
Para que haya calor y no se derritan los polos.

Por último, es el mundo en que crecimos
Y en que nuestros hijos van a crecer
En este mundo también vamos a fallecer
El planeta se cuida porque es el mundo donde vivimos.

Por eso hay que cuidar.


Autor: Cristopher Parra
Edad: 13 años
Colegio: Escuela José Marti, Santiago, Chile