Un mundo sin guerras
Un niño llamado Gabriel de 9 años de edad conocía de muy cerca la violencia y la injusticia.
En su casa sus padres peleaban y no era criado en un buen ambiente.
Por motivos del destino no terminó su primaria, fue alejado de sus padres por el gobierno y fue llevado a una escuela militar, hasta llegar al ejército.
Cierto día el general despertó a todos y dijo:
¡Formen una fila!
¡A los que llamo dan un paso adelante!: Torres, Gonzáles, Valderrama y… Fernández.
Ellos formarán parte del ejército nacional y sacarán cara por el Perú. La guerra ha llegado.
Gabriel se dijo a sí mismo: “Quiero un mundo de paz”.
Pero no había vuelta atrás, si dejaba este cargo decepcionaría a su país.
Ya en medio de la guerra vio la gran desesperación de los civiles y gentes inocentes que no tenían nada que ver con eso pero sufrían aun más que los responsables.
Un día durante plena batalla encontró un cuerpo tendido en el suelo que parecía muerto pero el cuerpo moribundo se levantó, era un niño de unos 9 o 10 años, Gabriel solo atinó a llevarlo a un lugar seguro.
“Gracias”, le escuchó decir.
¿Cómo te llamas?
Fernando.
Gabriel le recordaba a él mismo, su infancia y la poca felicidad que sentía, pero él quería que la historia de Fernando fuese diferente.
Pocos días después, Gabriel es herido y al salir del hospital se entera que su pequeño amigo había muerto.
Basta a la guerra, a la crueldad, a la maldad. Basta de pelear por intereses soberbios o por un simple e inútil pedazo de tierra, ¿no ven que los afectados somos nosotros?.
Es hora de parar la guerra, el futuro de las personas se ve interrumpido por ella”.
Alumno: Eduardo Josué Oré Prieto
Colegio: San Miguel, COPRODELI
Municipio de Tiwinza, Callao, Perú
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